miércoles, 3 de octubre de 2012

ES HORA DE DECIR ADIÓS AL CHUPETE


El uso prolongado del chupete, más allá de los dieciocho o veinticuatro meses,  implica una serie de importantes desventajas, como la posibilidad de malformaciones dentales y palatales que pueden afectar a su habla. 

No es aconsejable retirar el chupete si estamos ante una situación estresante cercana, como por ejemplo, la llegada de un hermanito.

Para retirar el chupete lo primero y más importante es que vosotros estéis seguros de que ha llegado el momento, de que queréis y podéis hacerlo por su bien.  Vuestra seguridad en la decisión ayudará a conseguirlo.

Hay distintas formas de hacerlo, como ir disminuyendo el tiempo de uso del mismo poco a poco.  Se empezará por quitarle el chupete a ratos durante el día, ratos que se irán incrementando poco a poco hasta conseguir que el niño únicamente necesite el chupete a la hora de irse a la cama.


Finalmente, procederemos a quitarle el chupete a la hora de conciliar el sueño. Es el paso más complicado pero al que igualmente se acostumbran. Para facilitar el proceso podemos decirle al niño que se lo ha llevado algún personaje ficticio que no le guste especialmente.

Otra opción más rápida y determinante es la siguiente:
- Elegid un día para retirarlo, la llegada de una nueva estación, una fiesta de cumpleaños,  el día en que visitan el zoo,…
Anticipadle que en breve vendrá “un duende mágico” o algún personaje ficticio, como hemos comentado anteriormente,  a retirárselo porque  ya es mayor.  El duende que es muy bueno se lo quitará y se lo dará a bebés que acaban de nacer, y para compensarle le dejará una sorpresa.
El día elegido sin que el niño/a se de cuenta se cogerán todos los chupetes y se tirarán, si tienen la tentación de guardar uno no lo están haciendo con seguridad. Ese día le dejan una sorpresa que ha traído el duende.
Después de la retirada, tenéis que hacerle sentir bien, alabándolo y reforzando, comentándolo a otras personas, diciendo que como es mayor ya no usa chupete. Hay que ofrecer también actividades alternativas en los momentos en que sabemos que puede echarlo de menos como jugar, hacerle caricias, cantarle una canción, contarle un cuento,…

En los siguientes puede haber  algún momento de protesta en el que pida su chupete, como a la hora de dormir, viendo la tele,… le explicáis lo ocurrido. Si la protesta continúa debéis ser firmes e ignorarlo, no dando lugar a la negociación.

Recordad la regla fundamental: UNA VEZ QUE LE HAYAMOS RESTRINGIDO O ELIMINADO POR COMPLETO EL USO DEL CHUPETE NO PODEMOS VOLVER A DÁRSELO.

Las riñas, chantajes, castigos, amenazas, etc., no son aconsejables ni efectivas en estos casos. Lo único que vamos a conseguir con ellos es que el niño se sienta frustrado e inseguro, provocando así que pierda la confianza en sí mismo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario