YA SOY MAYOR PARA BEBER EN VASO

Una investigación realizada en Estados Unidos, afirma que los niños que son alimentados con biberón a partir de los dos años, tienen más probabilidades de padecer sobrepeso u obesidad. 

Apuntan también que eleva el riesgo de que los niños tengan caries y deficiencia de hierro.

El flujo de leche en el biberón no requiere de un movimiento constante de la mandíbula y ésta queda en una posición mas atrasada. El biberón estimula un trabajo muscular pero de los músculos equivocados (buccinadores); los cuales pueden generar arcadas estrechas y consecuentemente falta de espacio para dientes y lengua. Cuando el bebé toma biberón, usa chupón o se chupa el dedo, la lengua no alcanza su posición correcta en el paladar. Por ello, la altura y anchura del paladar queda influenciada por el objeto que se encuentra entre éste y la lengua. Con todos estos factores, se puede instaurar tempranamente una deglución atípica (incorrecta) que posteriormente puede ocasionar diferentes tipos de maloclusiones (malas mordidas) y de trastornos del habla.

Sabemos que la retirada no es fácil, sabemos también que continuar prolongando su uso no es positivo para vuestro hijo/a, y si le cuesta mucho, podemos ofrecerle primero una pequeña cantidad en el vaso (podéis ponerle una cañita) y el resto en biberón, aumentando poco a poco la primera y reduciendo la segunda.

Sed positivos: presentadle un vaso atractivo, unos cereales de desayuno motivadores para ellos, sus galletas favoritas, hacedle participe de lo que va a comer, que elija, que decida, tratando así de motivarlo… Reforzad y alabad delante de otras personas lo mayor que es por que ya no usa el bibe.

Y recordad cuanto antes empecéis la adecuada alimentación de vuestro hijo/a, menos problemas futuros pueden derivarse.