El uso prolongado del chupete, más
allá de los dieciocho o veinticuatro meses,
implica una serie de importantes desventajas, como la posibilidad de
malformaciones dentales y palatales que pueden afectar a su habla.
No es aconsejable retirar el chupete si estamos ante una
situación estresante cercana, como por ejemplo, la llegada de un hermanito.
Para retirar el chupete lo primero y más importante es que vosotros estéis
seguros de que ha llegado el momento, de que queréis y podéis hacerlo por su
bien. Vuestra seguridad en la decisión ayudará a
conseguirlo.
Hay distintas formas de hacerlo, como ir disminuyendo el tiempo de uso del
mismo poco a poco. Se empezará por quitarle el chupete a ratos
durante el día, ratos que se irán incrementando poco a poco hasta conseguir que
el niño únicamente necesite el chupete a la hora de irse a la cama.
Finalmente, procederemos a quitarle el chupete a la hora de conciliar el sueño.
Es el paso más complicado pero al que igualmente se acostumbran. Para facilitar
el proceso podemos decirle al niño que se lo ha llevado algún personaje
ficticio que no le guste especialmente.
Otra opción más rápida y determinante es la siguiente:
- Elegid un día para retirarlo, la
llegada de una nueva estación, una fiesta de cumpleaños, el día en que visitan el zoo,…
Anticipadle que en breve vendrá “un duende mágico” o algún personaje
ficticio, como hemos comentado anteriormente,
a retirárselo porque ya es
mayor. El duende que es muy bueno se lo
quitará y se lo dará a bebés que acaban de nacer, y para compensarle le dejará
una sorpresa.
El día elegido sin que el
niño/a se de cuenta se cogerán todos los chupetes y se tirarán, si tienen la
tentación de guardar uno no lo están haciendo con seguridad. Ese día le dejan
una sorpresa que ha traído el duende.
Después de la retirada,
tenéis que hacerle sentir bien, alabándolo y reforzando, comentándolo a otras
personas, diciendo que como es mayor ya no usa chupete. Hay que ofrecer también
actividades alternativas en los momentos en que sabemos que puede echarlo de
menos como jugar, hacerle caricias, cantarle una canción, contarle un cuento,…
En los siguientes puede
haber algún momento de protesta en el
que pida su chupete, como a la hora de dormir, viendo la tele,… le explicáis lo
ocurrido. Si la protesta continúa debéis ser firmes e ignorarlo, no dando lugar
a la negociación.
Recordad la regla
fundamental: UNA
VEZ QUE LE HAYAMOS RESTRINGIDO O ELIMINADO POR COMPLETO EL USO DEL CHUPETE NO
PODEMOS VOLVER A DÁRSELO.
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